8 de abril de 2011

帰った!

¡Buenas tardes!

Después de unas dos semanitas en Barcelona, ya estoy de vuelta por Tokyo. Aterricé en Narita el miércoles a las 9 de la mañana maldiciendo otra vez el hecho de que prácticamente no pude dormir en las más de diez horas que duró el viaje; tendré que acostumbrarme, qué remedio.

Al día siguiente ya tocaba empezar las clases de nuevo, pero esta vez con sorpresita incluída: cambio de clase forzoso. De las 15 ó 16 personas que somos en mi clase, sólo habíamos vuelto cuatro personas, así que la academia decidió "arrejuntarnos" a todos y ponernos en una de las clases del curso intensivo, que ahora tiene horario de mañana. Pero no queda ahí la cosa, porque de las cuatro personas que llegamos, dos están estudiando para el examen para subir de nivel, así que les diremos adiós; otros tres que están por llegar también harán este examen (y todos son chinos, así que hay un 99% de posibilidades de que lo aprueben); otras tres personas están pensando en esperar para volver el siguiente trimestre (que empieza en julio); de la mayoría del resto no hay noticias... Resumiendo: no quedaremos ni cuatro gatos, con lo bien que me lo pasaba en clase...

Como ya dije, de la central nuclear y toda esa mandanga no voy a hablar, ya hay suficiente (des)información. Y para mis amigos que me leen desde España (¡holaaa!), ayer hubo una réplica bastante fuertecita y larga, una de las más fuertes desde hace semanas, pero aquí prácticamente cada día hay réplicas así que, aunque no nos guste y nos entre el canguelo (ayer se me pusieron de corbata sin ni siquiera tener yo de eso), ya es el pan nuestro de cada día. Aunque, como llevo repitiendo una y otra vez que hasta ya me hago cansina, aquí lo importante es toda la gente que sufrió la devastación del tsunami.

Y cambiando al tema que yo quería comentar, ¡ya ha llegado el 花見 (hanami)! Los cerezos ya están en flor desde hace varios días y es realmente precioso el ver todos los árboles de 桜 (sakura) florecidos, y cómo sus pétalos vuelan y se posan en el suelo formando un manto blanco y rosado.

Tenía muchas ganas de volver ya porque no quería perderme este espectáculo, que pude ver cuando vine de vacaciones hace cinco años, pero se me quedó la espinita clavada de no poder disfrutar de un picnic debajo de los cerezos como es tradición aquí. Así que este mediodía la academia nos invitó a los estudiantes a ir al parque de Yoyogi a comer contemplando los bonitos árboles de cerezo (además, la comida y la bebida la pagaban ellos, no se podía pedir más xD).




¡Hasta otro día!

4 comentarios:

Eien dijo...

Mucha suerte en el reencuentro con la ciudad y el japonés ^^ Espero que hayas repuesto energías!

Un besico

Sílvia dijo...

Ya me he encargado de reponer energías hasta ahora, y aún más que voy a reponer :P

¡Gracias por comentar! (y perdón por el retraso :P)

EL TÍO CHIQUI dijo...

Hanamiiii!! Cuántos llevas ya?? Si has perdido la cuenta es buena señal!

besos!

Sílvia dijo...

@Chiqui: No, por desgracia no he perdido la cuenta, sólo llevo dos... pero memorables xD