9 de julio de 2010

¡La mejor del mundo!

¡Buenas tardes!
Soy muy vaga (qué bien empiezo, ¿eh? xD), eso ya lo he dicho más de una vez, por eso mis post se llevan varios días de diferencia entre sí; a parte que algunas veces no tengo mucho que contar por estar liada con el trabajo y... poco más xD. Pero, aunque justo ayer hice mi última entrada, la victoria de España en el Mundial merece que se le haga un hueco de honor.

Era la primera vez que la Selección llegaba a las semifinales de un Mundial en toda su historia y se jugaban la permanencia ante un equipazo como Alemania que, repito por si a alguien se le escapó, venía de ganar por cuatro a cero a la Argentina de Maradona.

Desde los primeros partidos de la competición todas las selecciones han intentado dar lo máximo, aunque no todas lo han conseguido. Todos los partidos son importantes; da igual el rival que tengas enfrente, nunca puedes menospreciar a ningún equipo porque te puede dar una sorpresa desagradable y mandarte a casa con una mano por delante y otra por detrás. Por suerte, ésto nuestros jugadores lo saben. Sólo llegar a la semifinal ya era un logro para nuestra Selección, ya habían hecho historia, pero ninguno, ni jugadores ni afición, nos queríamos contentar sólo con eso.

No conozco mucho a los jugadores alemanes, pero estoy segura que salieron con todo su armamento listo para mandarnos a casa; pero que no se confundan, los españoles hicimos lo mismo. Nuestro capitán y, como ya he dicho, para mí el mejor portero del mundo estaba bajo los tres palos dispuesto a darlo todo por no recoger un balón del fondo de su red y mantener el récord de imbatibilidad en un Mundial; defensa de lujo otra vez con Puyol y Piqué; Sergio Ramos y Capdevila atacando y defendiendo a la vez por las bandas; Xabi Alonso y Busquets manteniendo el toque por el centro del campo; Iniesta y Xavi demostrando la compenetración que les caracteriza, tanto con ellos mismos como con el resto del equipo; y en la vanguardia al futuro pichichi del Mundial, David Villa, y al polivalente Pedro.


España se caracteriza por el juego de toque y toque, algo que muchos piensan que es sólo marear la perdiz y que eso no es buen juego, pero con este sistema se aseguraron el tener la posesión del balón en la mayor parte de lo que duró el partido. Quizá no son muy ofensivos como lo pueden ser otras selecciones, pero de momento esto les ha dado una Eurocopa y el llegar, de momento, a la final del Mundial. En todo caso, España tuvo más ocasiones de marcar que Alemania e hizo que éstos se quedaran más en su campo defendiendo.


Varias ocasiones tuvieron los de Del Bosque de sumar un gol en la primera parte, pero la buena defensa de los alemanes truncaron que soñáramos con la final antes de tiempo.

Llegaron al descanso y todo el bar (me fui a verlo a nuestro bar de siempre) aprovechó para relajarse y hacer otros quehaceres (como ir al lavabo xD). Y fue en esta segunda parte cuando vino el gol que hizo que todos nos pusiéramos en pie gritando de alegría. Pitaron córner a favor de España y Xavi decidió colgar la pelota a los compañeros que estaban dentro del área, algo que hasta el momento no había funcionado ya que los alemanes eran más altos que los nuestros y despejaban la pelota fácilmente como quien espanta moscas. Desde algún lugar apareció Carles Puyol y se colocó delante de Piqué, que junto con Llorente es de los más altos del equipo con su metro noventa y pico. Con fuerza cabeceó el balón a la izquierda del portero, que no pudo hacer mucho para detenerlo.



Uno a cero a favor de España y nuestras mentes volando hacia el 11 de julio. Aún quedaba partido por delante y sólo les llevaban un gol de ventaja, así que esto no era nada definitivo; el destino a veces depara sorpresas desagradables. Del Bosque decidió hacer descansar a Villa y sacar a Torres en su lugar. En una ofensiva de la Selección encabezada por Pedro, éste se internó por el lateral derecho con sólo por delante a dos defensas alemanes y al portero, y con Fernando Torres completamente solo a su izquierda. No sé si no lo vio o no lo quiso ver, pero el tinerfeño decidió tirar millas e intentar marcar en otra competición más; la pena es que un rival le paró los pies y dejó a Torres y a toda la afición con dos palmos de narices con el que hubiera sido probablemente nuestro segundo gol.

Tres minutos de añadido y todo el mundo clamando al árbitro (que, por cierto, no es que fuera su partido más brillante...) que pitara ya el final del partido. Nos leyó el pensamiento; cogió el silbato y oímos esos tres pitidos que marcaban un antes y un después en la historia futbolística de la Selección española. Todos salieron al campo abrazándose, saltando, gritando de alegría...


Por desgracia el domingo trabajo por la tarde y no podré ver el partido completo, pero en cuanto salga iré corriendo a algún bar a ver al menos la segunda parte. Partido difícil contra Holanda y lleno de emociones, pero yo confío en nuestro equipo y sé que lo pueden lograr porque realmente lo merecen.

¡El domingo más que nunca quiero a toda España animando a nuestra Selección! ¡Podemos!

PD: todas las fotos están extraídas de Mundo Deportivo.

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