26 de junio de 2011

Hasta siempre

¡Buenas tardes!

Creo que dije que volvería a escribir más a menudo, ¿verdad? Pero no dije a partir de cuándo...

Hace cosa de un año, más o menos, me enteré que querían cerrar mi antiguo instituto, el IES Sant Martí de Provençals. Supuestamente no había demasiados alumnos que se inscribieran, cada año el número de estudiantes decrecía, así que alguien decidió que el instituto ya no era rentable y debía cerrarse. También corrían rumores sobre que alguna empresa quería comprar el terreno donde se halla el instituto para construir ahí un hotel, ya que el AVE pasará justo por las vías del tren que hay a escasos 50 metros y la ubicación estaría a pocos minutos caminando de la estación del AVE que se está construyendo en el barrio de Sant Andreu (justo al lado de mi barrio, Sant Martí).

Muchos alumnos y ex alumnos se unieron para intentar que no cerraran el instituto; los padres de los alumnos, muchas tiendas y comercios del barrio también quisieron unirse para intentar dialogar con quienes fueran los responsables del cierre. Se hicieron manifestaciones delante del instituto, recogida de firmas, protestas de todo tipo.

Lamentablemente, nada de esto ha funcionado pese a que mucha gente ha puesto empeño en ello. Hace cuatro días se acabó el curso escolar. El 22 de junio del 2011 se cerró definitivamente mi instituto y nunca más volverá a abrir sus puertas.

Todo el mundo recuerda su paso por el instituto. Aquella época de la adolescencia en la que crees que tus padres sólo son una molestia, donde tus amigos son casi lo más importante de tu vida, cuando empiezas a fijarte en aquel chico tan guapo (o chica, según cada uno), la primera vez que suspendes una asignatura y se te cae el mundo encima, cuando dejas a un lado los juguetes con los que jugabas cuando eras pequeño por salir de fiesta con tus amigos, tu primera borrachera, el primer beso, la "primera vez"...

Estuve ocho años en ese instituto. Ocho años de mi vida en los que reí, lloré, me frustré, tuve miedo, pasé de todo y de todos, hice (muchísimas) campanas, conocí a muy buena gente que luego se convertirían en verdaderos amigos, y a otros que mejor olvidarlos... Seis años de educación secundaria que acabaron convirtiéndose en ocho por repetir curso dos veces (nadie es perfecto, ¿no? :P), donde todos pasamos tantas experiencias, algunas buenas y otras malas, que nos han hecho madurar un poquito y que nos han puesto en el camino de la vida que ahora estamos viviendo.

Sigo sin encontrarlo justo pero es otra experiencia más que nos toca vivir, nos guste o no.

Por todo, muchas gracias. Siempre te recordaré, IES Sant Martí de Provençals.



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