
29 de marzo de 2011
Camp Nou

27 de marzo de 2011
Solete
Había un puesto que me gustó bastante, haciendo referencia a Mongolia. Supongo que se trataba de algún tipo de asociación de habitantes mongoles que viven aquí en Catalunya, los cuales quieren dar a conocer su cultura, muy desconocida sobre todo para los occidentales. Habían expuestos algunos objetos típicos de ese país, como por ejemplo los trajes típicos que utilizan.
Aquí unas chicas intentando hacer de castellers; tenían bastante pinta de ser novatas.
Incluso habían actuaciones de grupos de baile, como éste de estilo indio, con coreografías típicas de las películas de Bollywood.
Y luego a seguir aprovechando el calorcete del mediodía para dar un paseíto por el parque, en el que también se encuentra el Zoo de Barcelona (con protestas pacíficas incluídas de grupos de derechos para los animales).
26 de marzo de 2011
La meva terra
17 de marzo de 2011
Sexto día del terremoto

15 de marzo de 2011
Cuarto día del terremoto
Han pasado ya cuatro días desde el terremoto y posterior tsunami que se vivió aquí en Japón. Desde entonces hay réplicas continuamente aunque muchas de ellas casi imperceptibles. Esta noche pasada, no sé exactamente a qué hora porque estaba durmiendo y casi ni me he dado cuenta, ha habido una un poco más fuerte que las que llevamos viviendo últimamente. Lógicamente ahora estamos más atentos a los temblores y nos los tomamos más en serio que antes del terremoto, pero en ningún momento ha cundido el pánico, al menos aquí en Tokyo.
¿Y a qué viene todo esto? Pues muy sencillo: a que muchos medios internacionales están difundiendo noticias alarmantes y exageradas, muchas veces ni siquiera contrastadas del todo con las fuentes oficiales y gubernamentales japonesas. Es cierto que hay cierto miedo y preocupación por lo que está pasando en las centrales nucleares, no somos robots sin ningún tipo de sentimiento, pero también es cierto que, al menos aquí en Tokyo (no puedo hablar por el resto de ciudades porque no lo sé), lo que reina es la calma.
Si bien hay algunos productos que están prácticamente agotados en casi todas partes, como pueden ser el arroz y el pan, del resto de alimentos hay absolutamente de sobra. Ayer mismo por la mañana me fui al supermercado cerca de mi casa y, exceptuando el arroz, había de todo: carne, pescado, huevos, verduras, frutas... O sea, que ya hemos tirado abajo la supuesta información que han dado algunos medios (hablando siempre de medios internacionales, me refiero) de que no hay comida.
En cuanto a la electricidad, van habiendo cortes intermitentes de luz, todos programados y de los cuales la población tiene total conocimiento, para ahorrar energía y poder hacérsela llegar a aquellos lugares que realmente la necesitaran. Por ejemplo en mi barrio, Nerima, ayer supuestamente tendríamos cortes de luz de las 6:20h a las 10h y de las 16:50h a las 20:30h, de los cuales no se produjo ninguno. Hoy en teoría había otro corte de las 15:20h a las 19h y, como podéis comprobar, no lo ha habido. ¿Y todo esto por qué? Pues porque la población está concienciada; por ejemplo, las televisiones gigantes típicas que hay en Shibuya están apagadas para ahorrar energía.
A lo único a lo que se le podría llamar "caos" es al transporte ferroviario ya que, también para ahorrar energía, la frecuencia con la que pasan los trenes (de cualquier línea y compañía) es menor a la habitual, con el consiguiente abarrotamiento de gente.
Y otra cosa que quería dejar clara y que, si puede ser, sepa todo el mundo, es que la Embajada Española en Tokyo NO SE HA PUESTO EN CONTACTO prácticamente con ningún español residente en Tokyo. Creo que con alguno sí se ha puesto en contacto pero, de todos los españoles que conozco aquí (no sabría decir exactamente, pero ponle que entre 15 y 20), no ha contactado con absolutamente nadie. El único "contacto" que hemos podido tener ha sido a través de su página web en la que colgaron un comunicado TRES DÍAS DESPUÉS del terremoto. No sé cómo no se les cae la cara de vergüenza diciendo al gobierno y a los medios que "todos los españoles están bien" cuando ni se han dignado a contactar con nosotros. Es totalmente vergonzoso y estamos todos muy cabreados con la Embajada.
Resumiendo un poco: en Tokyo estamos completamente bien, hay comida de sobra, no hay caos ni pánico y, sobre todo, no hagáis caso al 100% de todo lo que veis en las noticias españolas. Aquí, en Japón, la verdadera prioridad ahora es rescatar a aquellas personas que aún siguen atrapadas o desaparecidas en las zonas realmente afectadas y controlar las centrales nucleares. Y todo esto es algo que, estoy segurísima, están intentando con todas sus fuerzas todos los organismos allí desplazados (policía, bomberos, ejército, servicios de emergencias, hospitales, voluntarios...).
12 de marzo de 2011
Terremoto en Japón
Todo el mundo entero ya sabe lo que ha pasado en Japón, así que me ahorro las explicaciones.
Ayer, como cada viernes, me desperté pronto y estudié un poco, ya que por la tarde había examen en la academia. Cogí el tren y antes de las 13:30h ya estaba en la escuela. Nos dieron algo de información sobre el examen de admisión a las universidades japonesas a aquéllos que quisieran hacerlo, y luego empezamos el examen.
Sobre las 14:40h, mientras estábamos tranquilamente acabando el examen, empezamos a notar que algo bajo nuestros pies se movía. "Bah, un pequeño temblorcillo, nada importante", pensé. "Jishin, jishin (terremoto, terremoto)", empezamos a decir. La profesora ni se había dado cuenta. La cosa empieza a moverse cada vez más y los profesores nos dicen que nos metamos bajo las mesas, tal y como habíamos hecho en el simulacro de hace unos tres meses, pero esta vez era de verdad.
Ya metidos bajo las mesas y un poco (bastante) acojonados, el edificio empieza a moverse mucho más. La mesa se mueven tanto que no para de darme golpes en la cabeza. Lo único que acierto a ver es a mis compañeros debajo de las mesas, riéndose nerviosos, y por las ventanas cómo la antena de uno de los edificios de enfrente no para de bailar la conga de un lado a otro. No sé si este primer temblor llegó ni siquiera a durar dos minutos pero es cierto eso que dicen que, en casos así, el tiempo se hace eterno.
Cuando parece que ha parado un poco, los profesores nos dicen que cojamos lo esencial y salgamos del edificio con calma pero rapidito. Yo cojo mi chaqueta y el bolso, donde tengo todo lo importante (móvil, pasaporte, dinero...), aunque hay algunos que con las prisas no han cogido ni el abrigo, con el frío que luego haría.
Nos llevan a todos a Aoyama Gakuin, una universidad que está a unos tres minutillos caminando desde la escuela, lugar de "reunión" o para refugiarse en casos como éste ya que es un sitio abierto, tal y como hicimos en el simulacro aunque ahora, lo repito, esto es real. Todo el mundo ha salido de los edificios y la gente sólo hace que mirar hacia arriba por miedo de que se pudiera caer algo. Nosotros, que seguimos acojonadillos, miramos también al cielo y vemos, acojonándonos un poco más, que un par de grúas de un edificio cercano en construcción no paran de menearse (éstas bailaban el "chachachá").
No sé cuánto nos quedamos en la universidad, quizá una hora u hora y pico, pero dio tiempo a que hubieran dos o tres réplicas más, no tan grande como el primer "meneo" pero bastante fuertes.
Como ya empezaba a hacer frío y eso parecía que iba para largo, habilitaron un pabellón polideportivo justo al lado de la universidad para que la gente de los alrededores pudiera refugiarse, así que para allá nos fuimos.
Había un hombre con un megáfono (no sé muy bien qué papel desempeñaba) que nos iba comunicando cómo iba el restablecimiento de las líneas de trenes y metro, que desde el terremoto estaban todas completamente paradas. Sobre las 20h un par de compañeros y yo decidimos irnos a la aventura de ver si funcionaba aunque sólo fuera un tren o sino, a malas, irnos a casa en taxi.
Nada más salir del polideportivo ya vimos que una marabunta de gente había pensado lo mismo que nosotros y al llegar por los alrededores de la estación de Shibuya la cosa se ponía aún peor: miles de personas esperando que abrieran la estación, haciendo colas quilométricas para coger un bus o un taxi. Después de preguntar y comprobar que faltaría mucho tiempo aún hasta que pudiéramos volver a casa, decidimos dar una vuelta buscando algún restaurante en el que poder cenar, aunque la mayoría de sitios estaban ya cerrados o a punto de cerrar. Al final acabamos cenando en un restaurante español, "El Castellano" (parece que bastante famoso, creo que uno de los primeros que se abrió en Tokyo): una tortillita de patatas, pollo al ajillo y unas buenas alubias con acelgas todo aderezado con otra bonita réplica del terremoto.
Como se nos estaban acabando las baterías de los móviles y tampoco sabíamos bien qué hacer, volvimos al polideportivo, que al menos ahí habían habilitado unas máquinas portátiles para poder cargar los móviles (aunque, al haber tanta gente, sólo nos dejaban 10 minutos de tiempo). Cuando llegamos había mucha más gente que antes, ponle que unas 300 personas en total, todas envueltas en su manta térmica, que parecían patatitas envueltas en papel de plata dispuestas a entrar en el horno.
Total, llegué a mi casa sobre las 3:30h o 3:45h de la madrugada rezando por no encontrar demasiados destrozos y por que mi compañera de piso estuviera en casa; no lo estaba. Recogí un poco la casa (algunas cosas en el baño que se habían caído al suelo, algunos libros tumbados, un poco de comida de la despensa tirada en el suelo y la nevera que había decidido irse de paseo). Me recargué el Skype con algo de dinero y llamé a mi madre a su móvil para decirle que estaba bien y que, cuando llegara ella a casa, que ya hablaríamos más tranquilamente. También llamé a mi hermano y hablamos un ratillo de todo.
Al final acabé acostándome a las 6h de la mañana con más réplicas, que no habían parado en todo el día. Con cada pequeña réplica se me ponía un nudo en el estómago pensando si era sólo eso, una pequeña, o si empezaría a moverse todo tanto como lo hizo la primera vez. Acabé durmiendo vestida y con el bolso a mi lado, preparada para que, si se diera el caso, coger bolso y chaqueta y salir corriendo a la calle.
Hoy las réplicas son bastante pequeñitas, casi ni se notan, al menos donde yo vivo, pero aún no me puedo quitar esa sensación de estar alerta todo el tiempo por si acaso. Viendo todas las imágenes y vídeos de cómo ha quedado todo en la prefectura de Miyagi y en Sendai, sobre todo por el tsunami... He tenido que apagar la televisión porque ya no podía aguantarlo más. Sólo espero que la cifra de muertos ya no se incremente más (aunque, por desgracia, parece que no será así...).
No me puedo ni imaginar (nadie puede, a no ser que lo hayas vivido en primera persona) cómo lo habrá vivido toda la gente de ahí y de los alrededores... Eso sí, pese a toda la devastación y todos los muertos y desaparecidos, hay que decir que podría haber sido MUCHÍSIMO peor si esto hubiera ocurrido en cualquier otro país del mundo, ya que Japón está muy preparado para estos casos. Un terremoto de casi NUEVE grados de magnitud en la escala de Richter es una completa bestialidad (recordemos que la escala llega hasta diez).
En fin, lo que he dicho: deseo de verdad que no haya más muertos... (Y mientras digo esto la casa se ha sacudido bastante fuerte, que me ha asustado así tan de repente :S).
8 de marzo de 2011
Hakone
¡Buenas tardes!
Hoy por fin puedo escribir una entrada después de que ayer tuviera algunos problemillas con internet y de acordarme de toda la familia del que lo inventó.