29 de abril de 2010

The end

Hace escasa media hora que ha terminado el partido de semifinales de la Champions y, como todos los culés desgraciadamente sabrán, el Barcelona no ha podido conseguir los dos goles que le clasificarían para la final.

No puedo decir mucho porque sino me enciendo y acabaría soltando cualquier burrada. El Barça ha dominado claramente todo el encuentro y el equipo italiano prácticamente no ha tenido oportunidad de acercarse a la portería de Valdés. Los nuestros han tenido la posesión del balón desde el inicio, incluso han echado a Thiago Motta por clarísima falta a Busquets (no sé por que pero el pobre siempre recibe de lo lindo), que ha intentado volver a agredir a Sergio después de que el árbitro le sacara la roja y se ha encarado con medio equipo blaugrana; y recordemos que Motta estuvo varias temporadas en el Barça...

No obstante, pese a jugar contra diez durante buena parte del partido las ocasiones de marcar han sido difíciles. El Inter se ha encerrado bastante en su campo y los blaugrana no encontraban hueco por donde poder meterse, hasta que Guardiola ha dado instrucciones a Gerard Piqué para que jugara como una especie de delantero. Pese a estar casi rodeado de defensas italianos, ha logrado hacer un giro de 360 grados con el balón frente a la portería de Julio César y así poder chutar con más tranquilidad, haciendo que subiera el primer gol a favor de los nuestros en el minuto 84 de partido.

En ese momento todas nuestras esperanzas se reavivaron recordando la semifinal del año pasado y nos hicieron soñar con volver a repetir esa gesta, pero una persona no estaba dispuesta a que eso volviera a pasar. Igual que en el partido de ida, pero con otro árbitro, vuelven a hacer falta a Dani Alves dentro del área italiana y esto, según tiene entendido hasta el más tonto del pueblo, es un claro penalty. Entonces, ¿por qué no lo pita? Creo que ni siquiera el propio árbitro sabría qué responder.

Pero el colmo de los colmos ha sido en los últimos minutos de partido. Touré recibe la pelota en el borde del área de Julio César y la controla CON EL PECHO, decide pasarla a un compañero (ahora no recuerdo exactamente cuál...) y éste logra marcar el 2 a 0 que les daría el pase a la final. Todos en el bar empezamos a aplaudir, a gritar, a abrazarnos... y vuelve el árbitro a quitarnos las esperanzas y la alegría de un plumazo anulando el gol por "supuesta" mano de Touré, algo que se ve CLARAMENTE en la repetición que NO FUE.

¿Quién dijo que las victorias se consiguen mediante el esfuerzo de los jugadores, de todo un equipo que juega unido? Esta noche se ha visto que algunas veces esto, desgraciadamente, no es así; que una sola persona puede echar por tierra las esperanzas de todo un equipo y de toda una entregada afición con un simple toque de silbato.

Lo único que ahora puedo decir es que todos los que conforman el Barça han hecho un grandísimo trabajo durante todos estos partidos para ganar en una competición tan dura. Ahora lo que hay que hacer es animar como nunca antes a nuestro equipo, que sepan que les apoyamos con todas nuestras fuerzas. Por eso, el próximo 4 de mayo yo estaré en el Camp Nou para animar a mi equipo.

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