26 de octubre de 2010

El cartero siempre llama... tropecientas veces

¡Buenas tardes!

Esta mañana había una especie de evento montado en el Sunshine City de Ikebukuro para los estudiantes extranjeros que han venido aquí a estudiar japonés. Sinceramente no tenía mucha idea de qué iba la cosa, para variar (debería informarme más antes de ir a cualquier sitio, ¿no? xD), pero he ido igualmente con algunos compañeros de academia. Había un montón de stands montados para informarte sobre formación profesional y carreras universitarias, tipo Diseño y cosas así, para aquellos que estuvieran interesados en estudiar en Japón. Yo, de momento, no estoy interesada; en un futuro, quién sabe... ^^

Así que simplemente me he dado una vuelta y al cuarto de hora ya estaba cansada de tanto mirar; primero porque, como he dicho, de momento no me interesa nada, y segundo porque me estaba agobiando de tantísima gente que había. Total, cuando iba a irme me he encontrado con dos compañeros de clase que también estaban aburridos y nos hemos ido por Ikebukuro a comer ramen xD

Cambiando de tema, desde hace más o menos una semana me encontraba cada día un papelito en el buzón conforme un mensajero se había pasado pero no había nadie en casa en ese momento. Supuestamente tenía que llamar al número que había escrito en la notificación para avisar de cuándo me podían entregar el paquete; por suerte, una profesora de la academia me ayudó y llamó en mi lugar, que sino podían darme las tantas intentando hacerme entender xD

Hoy, por fin, ha llegado el paquete. No tenía ni la más remota idea de por qué Softbank me tenía que enviar algo: ¿un regalito, una factura (poco probable), no saben en qué gastarse el dinero y envían paquetes vacíos al azar a diestro y siniestro...? Mejor dejo de especular y abro el paquete, ¿no?

Perfecto, me he quedado igual. Abramos la otra caja de dentro del paquete a ver qué puede ser...


¡Anda! Un router WiFi totalmente gratuito (espero que así sea y no me lleve una sorpresa cuando me llegue la factura mensual xD) para poder conectarme a internet desde el iPhone sin tener que pagar. Mira tú qué majos son. Aunque ahora no me hace falta ya que me conecto desde la red WiFi del portátil, pero se agradece el detalle xD.

Al menos esta vez el mensajero no me ha pillado justo saliendo del lavabo... xD

¡Hasta otro día!

1 comentario:

EL TÍO CHIQUI dijo...

A mi me lo dieron en mano el día que lo compré!un detallazo! :)