18 de enero de 2010

Pensando

¡Buenas tardes!
Hoy es el último día de la semana. La mayoría de gente no trabaja y prefiere quedarse en casa, además está lloviendo y no nos gusta mojarnos (al menos a mí xD), así que hoy toca día de relax. Así también aprovecho para hacer el trabajo que tengo pendiente de Pensamiento clásico de Asia Oriental: el budismo. Si fuera por la calle preguntando a la gente qué saben del budismo, la mayoría no sabría ni qué responder. Es cierto que yo tampoco sabría muy bien qué contestar, pero para eso estoy estudiando lo que estoy estudiando, ¿no? xD

La verdad es que podía escoger cualquier tipo de pensamiento clásico sobre Asia, excepto confucianismo y daoísmo (porque de estas corrientes ya hicimos dos exámenes), pero me he decantado por el budismo porque, de alguna manera, me atrajo lo poco que sé sobre esta corriente. No sólo existen los cristianos y los musulmanes en este mundo; el budismo representa la cuarta "religión" del mundo, con unos 400 ó 500 millones de seguidores. En cierto sentido es una corriente que no proclama ninguna deidad a la cual se tenga que venerar o seguir sus doctrinas a pies juntillas, sino que intenta que cada persona busque su propio camino para llegar a la "iluminación" a través de las cuatro nobles verdades, que culminan con conocer la verdad del camino que lleva el cese del sufrimiento.

No sé, quizá me atrajo este tema por el hecho de que no hay deidad en el budismo, sino que es el propio ser humano el que ha de buscar y formar su propio camino.

En fin, cambiemos de tema a uno un poco menos profundo xD. Ayer, como todo el mundo sabe, o al menos todos los aficionados al fútbol, jugaba el Barça contra el Sevilla por tercera vez en menos de dos semanas. Los sevillistas venían de haber eliminado el martes a los blaugranas de la Copa del Rey, así que este año no pueden volver a conseguir el triplete, algo que desde el inicio de la temporada se dijo que era muy difícil de volver a alcanzar.

Esta vez, y para no perder la "tradición", el partido empezaba a las 22h; a las 21:40h mi amiga y yo (la tercera mosquetera no pudo venir) ya estábamos sentadas en nuestro bar de siempre. Aprovechando que aún quedaba tiempo para el inicio del partido del Barça, nos deleitamos con la derrota del Madrid por 1 a 0 en San Mamés, contra el Athletico de Bilbao.
Sevilla y Barça saltaron al campo a la hora prevista, aunque hicieron un merecido minuto de silencio (supongo que en todos los encuentros se hará) por los fallecidos en el terremoto de Haití y por los supervivientes que se lograron salvar, aunque ahora estén muy escasos de agua y de comida. Desde aquí quiero dar mi pésame a todos ellos y mi respeto a todas aquellas personas que están en ese país intentando ayudar.

Después de este inciso, sigamos con el partido. Los dos equipos salieron al campo para darlo todo, aunque al Barça quizá se le exigía que ganase para quitarse la espinita clavada de haber sido eliminados de la Copa. El Sevilla también salió muy fuerte, aunque desde el inicio se vio una clara superioridad de los blaugranas. Tuvieron bastantes ocasiones durante esta primera mitad, pero siempre se encontraban con Palop en la portería sevillista, que jugó muy bien y paró los incesantes intentos del Barça de marcar.

Llegó el descanso y el marcador aún seguía 0 a 0. Después de la derrota del Madrid, segundo en la tabla, los del Barça estaban "obligados" a ganar para alargar la diferencia de puntos que les separaban. Con Puyol tocado por un choque contra un jugador rival unos segundos antes del final de la primera parte, Guardiola decidió sacar en su lugar a Márquez.

Y el primer gol, curiosamente, vino de las botas de un defensa: Piqué. Bueno, realmente no se puede decir que sea de Gerard. Tras un centro de Márquez desde la derecha del campo, Piqué remató y el balón dio en un jugador sevillista, que mandó la pelota al fondo de la portería sin que Palop pudiera hacer nada.

El marcador ya estaba a nuestro favor, pero el Sevilla podía marcar en cualquier momento y dejar sin los tres puntos al Barça, así que hacía falta al menos otro gol para estar algo más tranquilos. Aún quedaban dos cambios posibles en las filas blaugrana, así que Pep decidió hacer descansar a Henry y sacar a Pedro. Sólo a los ocho minutos de estar en el campo, el tinerfeño hizo acto de presencia en la portería rival y batió a Palop para subir al marcador el segundo del Barça.

Pero aquí no acabaría la cosa. Messi estaba en busca de su gol número 100 con el Barça, que lo convertiría en el jugador más joven en conseguirlo, así que no sólo marcó su gol 100 sino también el 101. Después de un buen partido, que no hacía más que traer de cabeza al Sevilla y lo único que podían hacer era intentar placarlo al estilo 'fútbol americano', consiguió el tercero tras un pase de Alves y el cuarto ya en el descuento, después de un pase de Abidal, que ayer hizo un partido muy bueno.


¿Qué más se puede decir? Un 4 a 0 es muy claro, ¿no? Aún siguen líderes con 5 puntos de diferencia con el Madrid, y encima continúan sin conocer la derrota en Liga. Queda mucha competición por delante, pero con partidos así el Barça nos hace soñar con volver a festejar el triunfo de la Liga.

En fin, será mejor que continúe haciendo el trabajo, que la fecha límite de entrega se va acercando poco a poco.

¡Hasta otro día!

PD: fotos de El Mundo Deportivo

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