18 de octubre de 2010

Yasukuni Jinja

¡Buenas noches!

Hoy es lunes y vuelve a empezar de nuevo otra semana, mañana hará tres semanas que estoy aquí (un dato sin importancia pero que me hacía ilusión decirlo xD).

Al salir de la academia he ido a Don Quijote (tienda tipo "veinte duros" pero a lo bestia, puedes encontrar prácticamente de todo) a mirar algunas cosillas que me hacían falta, por ejemplo un secador, que no quiero pillar un resfriado cuando empiece el frío de verdad; y al final he acabado comprándome eso, una plancha para el pelo de estas que te hacen tirabuzones (un antojillo que tenía desde hace meses), una funda para mi nuevo móvil y un paquete de chicles. Conclusión: si eres de los que no puedes evitar gastarte el dinero en "chorraditas", no entres xD.

Cambiando un poco de tema, ayer fui al templo Yasukuni, muy cerca del Nippon Budokan y por consiguiente del Palacio Imperial, a ver un matsuri que hacían. Como de estas cosas no me entero mucho de cuándo son, aproveché que lo dijo Ikusuki por su twitter y le copié descaradamente la idea xD.

El templo de Yasukuni es un templo cargado un poco de polémica. Está edificado en recuerdo a aquellos que murieron por proteger Japón en las diversas guerras que se han sido sucediendo desde que se edificara, en el 1869. No obstante, todos sabemos (haced un poco de memoria de las clases de historia del instituto xD) que Japón fue considerado en la Segunda Guerra Mundial como uno de los integrantes del "Eje del Mal", junto con la Alemania de Hitler y la Italia de Mussolini. En este templo sintoísta, del que ya he dicho es en recuerdo de los que dieron su vida por Japón, se hace homenaje también a 14 personas consideradas como criminales de guerra por su participación en dicha guerra.

La polémica se incrementó a raíz de que varios políticos japoneses, primeros ministros incluidos, visitaran "el templo de la discordia", provocando conflictos con países que fueron "víctimas" de todos los crímenes de guerra que el entonces ejército y gobierno japonés pertrecharon, entre los que se encuentran China, Corea y Taiwán.

Bueno, no voy a dar lecciones de historia con lo poquísimo que sé, además para eso ya están los libros, sólo decir que la visita de ayer me vino que ni pintada. Justo el sábado por la noche acabé de leerme el libro "Las Orquídeas Rojas de Shanghai", de Juliette Morillot, en el que la autora (que está especializada en Corea) narra la historia real de una mujer coreana que supuestamente conoció hace varios años mientras ella vivía en Corea.

La historia cuenta cómo una chica, por no decir niña, de sólo 14 años fue secuestrada por las tropas japonesas a la salida del instituto. En esa época el Imperio Japonés había desplegado un grandioso ejército para intentar invadir y hacer suyos varios puntos de Asia, como por ejemplo las ciudades de Shanghai y Nanking en China (entre muchas otras), Corea (por entonces aún no se había escindido en dos), Taiwán, Singapur, Malasia... Así, a la protagonista de este relato, llamada Kim Sangmi, se la llevaron a Shanghai con la falsa promesa de trabajar en alguna fábrica; a los pocos días, supo realmente cuál sería su cometido.

"Mujeres de consuelo"; así es cómo llamaban a las jóvenes que habían sido traídas a la fuerza para trabajar como prostitutas al servicio del ejército japonés, ya que los soldados necesitaban "relajarse" de vez en cuando para poder rendir mejor en el campo de batalla. De esta forma, según cuenta el libro, Sangmi era obligada a mantener relaciones sexuales con cualquier soldado que buscase sus servicios, llegando a tener 20, 30, 40 "servicios" al día con palizas, vejaciones, enfermedades... Aunque luego descubriría que esta tortura no sería la única que tuviera que sobrellevar durante años.

Puede parecer un argumento un poco "gore", pero fue la realidad que se vivió en ese momento. Miles de niñas, chicas, mujeres, incluso ancianas, fueron violadas, torturadas y asesinadas durante el paso de las tropas japonesas por los distintos lugares de Asia Oriental; algo de lo que hoy en día Japón trata de mencionar muy de pasada en sus libros de historia y de lo que aún no se han "arrepentido", tal y como hicieron en su momento Alemania e Italia.

Este libro sinceramente te llega al alma, te hace pensar en los horrores que puede sufrir una única persona a lo largo de su todavía corta vida, cómo tuvo que intentar madurar a marchas forzadas, la supervivencia llevada hasta el extremo, cómo una persona puede tener tanta fuerza moral para seguir viviendo pese a estar en el infierno, los horrores que se llevaron a cabo que nosotros jamás podríamos ni imaginar.

Es una lectura que de verdad recomiendo a todo aquel que esté interesado o simplemente tenga una pizca de curiosidad; en mi opinión, vale mucho la pena.

Y volviendo al tema, pongo algunas fotitos del templo, donde habilitaron un pequeño escenario en el que hicieron todo tipo de representaciones tradicionales, aunque como no tenía ni idea de japonés no sabía bien de qué iban xD.






Esta es una foto de un avión militar japonés de la Segunda Guerra Mundial, no sé si es real o una imitación, que tienen en exhibición dentro del museo que se encuentra en el recinto.


Esto es un cañón (como se puede intuir xD),...


...y esta es la munición que se utilizaba, que medía como medio metro de altura.


Y aquí una torii; cómo me gustan estas "puertas" ^^


Esto es todo por hoy, que aún tengo que hacer los deberes (dos minutillos y listo) y cenar.

¡Hasta otro día!

PD: Veo que no me cansaré de pedir perdón por la calidad de mis fotos xD.

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